Me muero por tenerte,
Sentir de nuevo el calor de tu cuerpo;
que me abraces muy fuerte,
estrujando mi cuerpo.
En esa magia detener el tiempo.
Volver a ver tus ojos,
claro manantial de brillo y ternura;
que calman mis abrojos,
despiertan mi bravura,
dulcemente me quitan la cordura.
Sentir sobre mi piel,
el cálido lenguaje de tus manos;
que son como pincel,
de sutil artesano,
pintando nuestros momentos arcanos.
Saborear tus labios,
dormirme amorosamente en tu boca.
Sentir tus besos sabios,
aprisionar tus labios;
los que todos mis sentidos trastoca.
Tenerte sobre el pecho,
dormido debajo de la sabana.
Eres dueño del lecho,
soy tu diosa pagana,
te regalaré una noche profana.
Decirte, eres mi dueño
Eres, ese gran hombre que tanto amo
Cada noche te sueño,
en mis sueños te llamo,
por no tenerte, lagrimas derramo.
Me muero por decirte,
mi compinche insolente,
tus pasiones reclamo.
Extraño tus besos y el cuerpo que amo.
Sentir de nuevo el calor de tu cuerpo;
que me abraces muy fuerte,
estrujando mi cuerpo.
En esa magia detener el tiempo.
Volver a ver tus ojos,
claro manantial de brillo y ternura;
que calman mis abrojos,
despiertan mi bravura,
dulcemente me quitan la cordura.
Sentir sobre mi piel,
el cálido lenguaje de tus manos;
que son como pincel,
de sutil artesano,
pintando nuestros momentos arcanos.
Saborear tus labios,
dormirme amorosamente en tu boca.
Sentir tus besos sabios,
aprisionar tus labios;
los que todos mis sentidos trastoca.
Tenerte sobre el pecho,
dormido debajo de la sabana.
Eres dueño del lecho,
soy tu diosa pagana,
te regalaré una noche profana.
Decirte, eres mi dueño
Eres, ese gran hombre que tanto amo
Cada noche te sueño,
en mis sueños te llamo,
por no tenerte, lagrimas derramo.
Me muero por decirte,
mi compinche insolente,
tus pasiones reclamo.
Extraño tus besos y el cuerpo que amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario